“La justicia es el aspecto que tiene el amor en público”

Cornel West.

Escribiendo este artículo, me encontré con una historia que me hace repensarme la venganza y el castigo como la finalidad de la justicia. Desde pequeños escuchamos decir, la letra con sangre entra, y no es sólo un dicho, es literal, los padres golpean a sus hijos para que aprendan, los colegios suspenden y sacan a sus estudiantes por malos comportamientos, la sociedad pide a gritos que se castigue fuertemente a la delincuencia, las instituciones como la Policía, nos criminalizan todo el tiempo, mejor dicho, en todos los ámbitos en los que estamos, el castigo ha sido una fuente de aprendizaje y al parecer de justicia.

Y si hablamos de venganza, es mucho más común de lo que creemos, aunque si nos preguntarán sobre si nos gusta la venganza, diríamos que no, que esa no es la respuesta correcta, pero cuando vamos a nuestros actos, es como normalmente respondemos, cuándo manejamos y alguien nos cierra o hace algo que no está bien, lo mínimo que hacemos es ponernos bravos y si es posible no lo dejamos pasar, es como si quisiéramos que el otro sufriera por hacer algo que está mal, y he aquí la verdad de la venganza, ya que está es de doble vía, sufre quién la quiere como quién la recibe.

Así, vamos por la vida sentenciando, juzgando, regalando venganza y castigo a diestra y siniestra, cómo si tuviéramos la verdad absoluta y más que eso, como si nosotros no nos equivocáramos, como si hubiéramos nacido todos con las mismas oportunidades y como si todos tuviéramos que pensar y sentir igual.  A lo anterior, le sumamos que estamos en uno de los países más violentos, en dónde la solución de los conflictos es desde el grito, la humillación, anular al otro, en fin, todas las formas violentas que se les ocurran suceden en este país.

Aunque todo lo anterior nos da un panorama doloroso, violento, frío, inhumano, debemos recordarnos que el amor, la compasión, el respeto, la noviolencia, la paz, la justicia y el perdón, depende de nosotros, somos nosotros quienes construimos nuestros escenarios internos y externos para comunicarnos, para estar y ser en este mundo.

Les propongo que empecemos por cambiar y veamos nuevas formas de relacionarnos, por ejemplo, practiquen “la letra con amor si entra”, la compasión con ustedes mismos, perdonarse y perdonar, sean empáticos, sensibles con la vida ajena, practiquen el derecho a equivocarse y a reparar y sean muy pero muy abiertos a otras formas de paz. Sé que no es fácil, porque no es lo que nos enseñaron, pero lo único constante en la vida, es el cambio, así que si es para amar(nos), perdonar(nos), respetar(nos), equivocar (nos), reparar (nos), relacionar (nos) y tener más espacios para las paces, pues ¡Bienvenido el cambio!

¡A escribir con la letra del amor, nuevas historias, nuevas relaciones y nuestro presente!

Diana Sofia Benavides Lasso

@elartedehacerlaspaces